Valderredible, una paraíso de arte rupestre

Pocas ciudades y municipios de España pueden darse el privilegio de contar con arquitectura rupestre. La localidad de Valderredible, al sur de Cantabria, se extienden varios ejemplo de diferentes tipologías del arte rupestre con varias iglesias y ermitorios. Debido a este hecho la zona de Valderredible ha sido en ocasiones llamada «La Capadocia Ibérica». De hecho, este municipio cántabro desde 2017 celebra el Día de la Arquitectura Rupestre el 8 de julio, con el objetivo de hacer más visible y acercar a los ciudadanos la cultura y arte del valle.

Este fenómeno de arquitectura rupestre nació debido a la existencia de roca arenisca junto a la facilidad con la que se horada esta piedra. A lo largo de esta zona del alto Ebro se fueron instalando un buen número de anacoretas que reproducían un cristianismo que anteriormente se había desarrollado en los desiertos de Egipto. En Valderredible hay varios ejemplos del arte rupestre que a continuación vamos a detallar.

Ermita de Arroyuelos

Ermita de Arroyuelos
Ermita de Arroyuelos

Se accede a través de la carretera CA-275 que une Polientes con Escalada (Burgos), tomando el desvío frente a San Martín de Elines. El núcleo se emplaza en la margen izquierda del Ebro, sobre un afloramiento de roca arenisca y con vistas al páramo de la Lora de frente. El topónimo parece referirse al “lugar de los pequeños arroyos”. Aparece como Ruyuelos en el Becerro de las Behetrías de 1350 y ya como Arroyuelos a partir de finales del S.XVI (Ordenanzas del Concejo, 1595).

Consta de dos planteas con desarrollo en altura. En la inferior destaca el ábside ultrasemicircular y el contraábside. En el estilo de Arroyuelos se aprecian claramente las características de la arquitectura mozárabe en el uso sistemático del arco de herradura, en planta y en alzado, y en la complicación de los espacios excavados, lo que permite una datación más clara que en el resto de construcciones hipogeas de Valderredible, en torno al siglo X.

Iglesia rupestre de Cadalso

Iglesia rupestre de Cadalso
Iglesia rupestre de Cadalso

Está situada en Cadalso, Valderredible, Cantabria. La iglesia rupestre de Cadalso se encuentra en terrenos del pueblo de Ruerrero, y es la única iglesia rupestre, junto a la iglesia de Santa María de Valverde, que permanece abierta al culto. Destaca por su sencillez, es pequeña y de una sola nave de planta rectangular techada con bóveda de cañón irregular. Se accede a través de un pórtico con arco superior. Dispone de dos ventanas, una redondeada y otra rectangular.

En el exterior de la roca, en su parte superior se hallan dos tumbas excavadas en piedra, y probablemente entre la vegetación se pueda encontrar alguna más.

Antiguamente encima de la iglesia rupestre se situaba un pequeño campanario en una repisa tallada sobre la piedra de la entrada. Posteriormente en los años 70 se hizo una reforma y se trasladó a unos metros de la iglesia el pequeño campanario.

Santa María de Valverde

Santa María de Valverde

La mejor opción para conocer el arte rupestre del valle es recorrerlo desde el oeste. Después de visitar las cuevas de El Cuevatón y Peña Horadada, en San Andrés de Valdelomar y San Martín de Valdelomar, respectivamente, donde presumiblemente se instalaron comunidades de eremitas, se alcanza Santa María de Valverde (y el centro de interpretación de la arquitectura rupestre). Conocida como la catedral de las iglesias rupestres, incorpora una espadaña románica y una necrópolis medieval. El templo, donde se celebran oficios de forma regular, tiene dos naves y conserva una talla de María amamantando a su hijo, una de las pocas que sorteó la destrucción decretada por el Concilio de Trento en 1564.

Ermita semirupestre, construida en una cueva cerrada en parte de uno de los costados mediante sillares. Consta de una única planta formada por una nave rectangular y un ábside cuadrangular, separados por un arco de medio punto, todo ello tallado en la roca.

Consta de una sola nave, de planta rectangular alargada con una protuberancia en medio de la techumbre. Un arco triunfal de medio punto irregular da acceso por medio de dos peldaños a la cabecera de forma cuadrangular cubierta con una bóveda de horno de realización imperfecta. La puerta adintelada, ubicada al sur, está remodelada con sillares. A ambos lados de ella se abren dos vanos: uno es de fábrica con dintel, más el otro está excavado en la roca. El suelo de la ermita es rocoso con algunas parcelas de lajas. Se percibe que una parte del pavimento fue removido con el afán de encontrar «tesoros».

Pero en este valle de Valderredible se encuentran más arquitecturas rupestres como los Eremitorios rupestres del «Tobazo» en Villaescusa de Ebro, el Necrópolis de «San Pantaleón» en La Puente del Valle, Complejo eremítico del «Cuevatón» en San Andrés de Valdelomar o los Eremitorios de «Peña Castrejón» y «Peña Horacada» en San Martín de Valdelomar. Interesantes rutas rupestres para hacer un alto en el camino y visitar el magnífico restaurante Abrasador Cantabria en la carretera de Polientes. Este restaurante cántabro cuenta con las especialidad de carne a la brasa hecho con carbón ecológico de cascara de coco.

El Valle de Valderredible, una odisea a la naturaleza y al romanticismo en Cantabria

El valle de Valderredible se encuentra en el mismo municipio, siendo este el más extenso y meriodional de Cantabria, abarcando casi 300 km cuadrados. Este valle limita al norte con Valdreprado del Río, al este y sureste con Burgos y al oeste y suroeste con Palencia. Discurre el río Ebro, de ahí que sea catalogado para muchos unos de los paisajes más bonitos de toda Cantabria, debido a que se encuentran numerosos enclaves románticos e iglesias rupestres con mucha historia.

Es por ello que los más románticos eligen este valle tanto por su naturaleza como por sus rutas. Su curioso nombre procede del altomedieval Val de Ripa Ibre, es decir, el valle de la ribera del Ebro, que es el principal protagonista geográfico de la zona.

Otra foto del Valle de  Valderredible en Cantabria
Otra foto del Valle de Valderredible en Cantabria

Se trata de una amplia depresión de unos 30 kilómetros de longitud de oeste a este, recorrida por el Ebro y algunos afluentes como el Mardancho o el Panero, y perfectamente delimitada al sur por el escalón natural que da paso al Páramo de la Lora, y al este por una paramera similar, la de Bricia. Separando ambos páramos, el Ebro ha excavado unas espectaculares hoces para continuar su largo camino hacia el Mediterráneo, siendo este el inicio de los grandiosos cañones del norte de Burgos.

El relieve de Valderredible es por lo demás bastante suave, con montes que sobrepasas los 1.200 metros y accidentan la mayor parte del municipio, mientras el amplio fondo del valle se sitúa en torno a los 700 metros, con una altitud media ligeramente inferior a la de los vecinos valles de Campoo, Valdeolea y el norte de Palencia. Se trata de un paisaje peculiar, muy distinto al resto de Cantabria y mucho más parecido a los valles burgaleses inmediatos. La riqueza del valle se debe, según los expertos, a que en esta zona se concentraron poblamientos humanos desde la época más primitiva. Incluso, desde la Edad Media se construyeron iglesias románicas, como la colegiata de San Martin, allá por el siglo XII, que aún conserva restos de la antigua iglesia mozárabe en unos arcos del cementerio. Esta iglesia es una de las máximas exponentes del románico en Cantabria

(Imágenes cedidas por asrteguias.com)

Colegiata románica de San Martín de Elines
Colegiata románica de San Martín de Elines

En el recorrido por pleno valle del Ebro, entre el Valderredible y el de Valdeola se pueden encontrar los diferentes monumentos: Iglesia rupestre de San Acisclo y Santa Victoria Arroyuelos, Iglesia románica de San Juan Bautista de Villanueva de la Nía, Iglesia románica de Santa Leocadia de Castrillo de Valdelomar, Iglesia rupestre de Santa María de Valverde, Iglesia rupestre de los Santos Justo y Pastor de Olleros de Pisuerga, Iglesia románica de Santa María de Retortillo, Iglesia románica de Santa María la Real de Las Henestrosas de las Quintanillas.

Iglesia románica de Santa Leocadia de Castrillo de Valdelomar
Iglesia románica de Santa Leocadia de Castrillo de Valdelomar
Iglesia románica de San Juan Bautista de Villanueva de la Nía
Iglesia románica de San Juan Bautista de Villanueva de la Nía
Iglesia rupestre de San Acisclo y Santa Victoria Arroyuelos
Iglesia rupestre de San Acisclo y Santa Victoria Arroyuelos

A pesar de la riqueza del valle, sin embargo, la relativa cercanía al País ha  provocado que muchos de sus antiguos vecinos y descendientes hayan arreglado sus casas del pueblo para pasar los fines de semana y sobre todo, las vacaciones de verano, cuando el valle asiste a una auténtica resurrección, con fiestas en muchos de sus pueblos. Por ello, aunque el valle ha quedado casi despoblado, por lo menos las casas se han conservado y los pueblos no han quedado abandonados como en otras regiones de España.

En plena Alta Edad Media surgieron las iglesias rupestres de Arroyuelos, Campo de Ebro y Santa María de Valverde, de estilo mozárabe y de repoblación. En Ruanales podemos admirar un grabado faliforme de la Edad de Bronce (gran falo grabado sobre una roca a dos metros de altura) y el «abrigo rocoso del Cogular«, que pertenece también a la edad del Bronce y presenta pinturas esquemáticas en negro y rojo, con hombrecillos y arborescentes, además de figuras ecuestres.

RUTAS

En este valle hay diversas rutas asequibles para realizar durante el Valderredible. No obstante, hay uno que destacan del resto por su belleza y facilidad para completarlas. El paseo desde Polientes hacia la localidad de San Martin de Elines, donde se encuentra la famosa Colegiata Románica de San Martín de Elines, uno de los monumentos más emblemáticos del valle.

Es un camino muy cómodo que parte tras pasar una nave de ganado, desde Arenillas de Ebro hasta llegar hacia Villota. Hay que seguir de frente y no optar por la carretera de la izquierda que cruza con el Ebro. Pocos metros después, en la primera curva a la derecha, dejaremos esta carretera y entraremos a la izquierda por otra pista asfaltada, la cual nos lleva directamente a San Martín de Elines. Acto seguido, se llegará al pueblo de Ruerrero, que se distingue por su torre medieval levantada en plena localidad.

Finalmente se enfrentará a una bifurcación de pistas: de frente se sigue al barrio oriental de San Martín de Elines. Pero a nosotros nos interesa el barrio más occidental, donde se encuentra la maravillosa Colegiata de San Martín de Elines.

Todos estos pueblos en los que se pasa es recomendable hacer una parada para contemplar su historia y su belleza paisajística del valle que ofrece otra perspectiva.

GASTRONOMÍA

Las patatas y las setas son los productos más destacados de la gastronomía de Valderredible. El cultivo de patatas es aquí muy abundante, con una producción pequeña pero de extraordinaria calidad. En Abrasador Cantabria siempre es un restaurante abrasador para que puedas hacer una parada para comer o cenar en tu hoja de ruta con el valle y así recargar fuerzas y disfrutar de una gastronomía exquisita con especialidades en carnes a la brasa.

Abrasador Cantabria
Abrasador Cantabria